El Pistolero (La Torre Oscura I), de Stephen King

«El hombre de negro huía a través del desierto y el pistolero iba en pos de él.» Esta frase da inicio a una fantasía épica en siete tomos, «La Torre Oscura», que ya se ha convertido en un clásico del género. En un mundo extrañamente parecido al nuestro, Roland Deschain de Gilead persigue a su enemigo, el hombre de negro. Roland, solitario, quizá maldito, conoce a Jake, un chico de Nueva York pero de otro tiempo, y ambos unen sus destinos. Ante ellos están las montañas. Y mucho más allá, la Torre Oscura...

Edición Tapa Dura, y edición bolsillo.

 A finales del año pasado me regalaron los dos primero volúmenes de la saga (El Pistolero y La llegada de los Tres), para navidad.  Leí El Pistolero, dejé pasar algunas lecturas y tomé La Llegada de los Tres (LTO II). Pero conseguir los tomos siguientes era una misión imposible aquí, en Chile. Así que desistí de la búsqueda y me alejé de la torre. Tiempo después encuentro el tomo III, en una edición muy antigua, en la que le protagonista se llamaba Rolando, y no Roland. Leí los primeros capítulos y los dejé de lado, no me acostumbraba al nombre y temía romper el libro. Decidí, entonces, esperar y retomar el viaje hacia la Torre cuando hubiera conseguido todos los tomos de la saga. Pues bien, ahora los tengo, y como me prometí a mi mismo retomé la saga.

Comienzo en orden, porque muchas cosas sobre el libro yacían en el olvido. Entonces, la primera lectura fue El Pistolero, libro que les paso a comentar:

La primera impresión que me llevé al leer el libro (en ambas oportunidades) fue:  le tengo fe a la historia. Todos en la red Todo Stephen King comentaban el maravilloso mundo de La Torre, y me sentía cada vez más fascinado. La historia del primer libro transcurre en un mundo extraño, una apología del lejano oeste americano, poblado por distintas criaturas, regido por distintas creencias y sufrido por distintos cambios. Las personas que habitan sienten que <<el mundo se ha movido>>, solo eso, en el libro no se aclara qué significa aquel movimiento. Me han dicho que se aclara en los siguientes volúmenes. Yo lo interpreto como una ruptura en las dimensiones y en el tiempo. Eso podría relacionarse con la incansable búsqueda de La Torre Oscura, por parte de Roland, nexo que une todas las dimensiones y tiempos del universo.

Pero en este volumen la historia es más específica. Roland Deshain de Gilead, pistolero, recorre un páramo inmenso y desierto en busca de su enemigo, el hombre de negro: mago, traidor, y quizás asesino.

De golpe se inicia la historia. Se describen personajes y acontecimientos que pueden desconcertar al lector, pues es una obra bastante enigmática. Los detalles de la historia y las explicaciones de la misma se muestran con el paso de las páginas, a través de flashbacks a la infancia de Roland, y de conversaciones de él mismo. Por ejemplo, en el inicio del libro, Roland se topa con un hombre que vive en el desierto. Allí le cuenta la historia de sus aventuras en el pueblo Tull, lugar en el cual ocurrió una terrible masacre, que fue desatada por el mismísimo Roland.

Gracias a los flashbacks nos enteramos de cómo Roland logró ser pistolero. Sabemos también que es el último que existe, y que se requiere de toda una ceremonia para obtener ese grado. El orgullo de ser pistolero es algo que queda plasmado en el personaje.

Más adelante conoce a Jake, un muchacho que habita en La Estación de Paso, que llegó al desierto sin saber cómo ni por qué, y que desea (y no desea) volver a su mundo. Se hace amigo del pistolero y proceden en la búsqueda del hombre de negro.

El pistolero charla muchas veces con el joven, contándole acontecimientos de su vida. Acontecimientos claves de la historia de Gilead, tierra habitada anteriormente por Roland, se descubren y el lector advierte que serán de utilidad en los volúmenes posteriores.

Pero basta de spoilers. Les paso a comentar cómo me pareció la novela.
La verdad es que, como inicio de la mega historia considerada como la magnus opus del maestro Stephen King, me pareció un poco floja. Como he comentado en muchas ocasiones, golpear al lector con tanta información desconocida es peligroso, porque este puede (1) intrigarse y  leer más, o (2) aburrirse y dejar el libro. Conozco a un par de personas que estuvieron a punto de dejar el libro por eso. Yo perseveré y me llevé gratas sorpresas.
En cuando al lenguaje, me pareció muy forzado. Crear una fantasía épica de proporciones similares a las de Tolkien requiere de un dominio especial del lenguaje, utilizando muchos recursos poéticos. Aquí lo encontré forzado, como si el escritor no se sintiera a gusto haciéndolo de ese modo. No es en ningún caso un inconveniente para el lector, pero me llamó la atención.

King es conocido como el maestro del terror y del suspenso. Es por esto que leer algo de su puño y letra en otra temática es interesante. Fantasía ha escrito poca. Tiene, por ejemplo, la magnífica novela Los Ojos del Dragón, en la cuál cuenta en forma de cuento fantástico una historia intrigante y dinámica. Me habría gustado más de eso en esta novela. Más misterio, escenas más intrigantes... no sé. Está bien que no sea una historia de terror, pero si es un género que el maestro domina tanto como ha demostrado en todos sus libros, podría haber creado atmósferas más asfixiantes.

                           

Solo hay una cosa que me molestó. La verdad es que lo anteriormente dicho me llamó la atención, simplemente. Pero sí hay algo que no me gustó. RolandRoland Deschain: el protagonista de la historia, el último pistolero de un mundo que se ha movido, el hombre que desea llegar a la Torre Oscura. Su actitud pedante y altanera me irritaban. Tanto rollo de "no olvides el rostro de tu padre", era molesto. Está bien que así sean las costumbres del pueblo, pero la personalidad del Pistolero era repelente. Además, no me gustó para nada la actitud que tuvo hacia el niño al final del libro, ya entenderán a qué me refiero.

Roland es notoriamente arrogante e engreído. De una forma espontánea, como si esa característica le brotara por los poros de su  piel. Para él solo existe la Torre, la Torre y después la Torre otra vez. No sé porqué busca la Torre con tanto ahínco. Sé que se revelará con el paso de la historia, pero por ahora no comprendo esa necesidad casi vital.

En resumen, es una historia buena e interesante, no tan rápida como hubiese querido, pero que hace pasar un rato muy agradable. Es un buen inicio para la historia, la verdad es que se me antoja más un prologo de un gran libro, titulado, cómo no, La Torre Oscura.